Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://emilypwye792066.prublogger.com/37484402/el-gesto-polémico-de-zidane-que-cambió-un-mundial